Algunas preguntas sobre mascarillas son fáciles. ¿Hay que usarla para ir al supermercado? Sí. ¿Tengo que salir con ella a la calle? En España (menos las islas canarias a día de hoy) Sí. ¿Pero como usar la mascarilla con gafas? Esto es más complicado.
Como ya habrás experimentado, cuando el aliento cálido se escapa por la parte superior de la mascarilla, se condensa en las lentes, empañándolas y dificultando la visión. Cuando eso pasa tienes dos opciones, o caminas a ciegas o te quitas las gafas acercando tus dedos cerca de las membranas mucosas que recubren tus ojos, haciendo que los virus puedan deslizarse directamente en tu cuerpo.
Es una molestia, lo que hace que se te quiten las ganas de usar gafas (y no solo hablamos de las de sol) o de usar mascarilla (cosa que es obligatoria en España y parece que va para largo), así que vamos a darte algunos consejos para solucionar estos problemas.
¿Por qué se empañan mis gafas?
El calor corporal y el flujo de aire conducen a lentes con niebla. Cuando usas una mascarilla, exhalas repetidamente aire caliente. Este aire puede escabullirse de la parte superior de tu mascarilla y vaporizar las lentes de tus gafas. Por supuesto, esto puede dificultar la visión.
El »empañamiento» de las lentes ocurre cuando el vapor de agua tibia de tu aliento cae sobe las lentes más frías, produciendo pequeñas gotas que dispersan la luz y reducen la capacidad de las lentes para transmitir el contraste.
¿Cómo evitar que se empañen?
Ahora que sabes por qué tus lentes se empañan, vamos a ver algunas maneras de prevenir esta niebla cuando usas mascarilla y gafas.
Lava las gafas con agua jabonosa
Lava tus gafas con agua jabonosa y sacude el exceso de humedad. Luego, deja que tus gafas se sequen al aire o seca suavemente las lentes con un paño limpio de microfibra.
Usando este método, las lentes no deben empañarse una vez que te pongas la mascarilla y las gafas. ¿Por qué? La limpieza de las lentes con agua jabonosa deja una película delgada que reduce la »tensión superficial inherente» y empuja las moléculas de agua para formar una capa transparente.
Sella la mascarilla
Un truco común consiste en pegar un trozo de cinta adhesiva de doble cara en el puente de la nariz antes de ponerte la mascarilla. También puedes colocar un trozo adicional de cinta adhesiva sobre la mascarilla también.
Asegúrate de que la mascarilla se ajuste bien
Una mascarilla holgada permite que el aire exhalado se dirija hacia tus gafas, pero una mascarilla ajustada puede disparar ese aire desde el fondo o los lados de la misma y lejos de las gafas.
Para un mejor ajuste, lo mejor es buscar mascarillas equipadas con piezas moldeables alrededor de la nariz (como un tira de metal) o mascarillas que vienen en varios tamaños.
Si la mascarilla está bien ajustada, ayudará drásticamente a prevenir la cantidad de aire caliente que puede llegar a las lentes.
Ajusta tus gafas
Si tus gafas tienen almohadillas para la nariz, puedes ajustarlas para que los marcos se asienten un poco más lejos de tu cara. Esto permitirá que el aire caliente escape en lugar de quedar atrapado ente la cara y las lentes de la gafas.
Prueba los productos antivaho
La aplicación de aerosoles, ceras y geles antiempañantes en tus lentes antes de ponerte las gafas puede dispersar rápidamente pequeñas gotas de niebla cuando usas una mascarilla.
Importante: no uses productos antivaho diseñados para los cristales de los coches u otros fines, ya que pueden estropear tus lentes.
Respira hacia abajo
Bueno, puede ser incómodo, pero respirar hacia abajo puede ser una solución rápida contra la niebla.
¿Cómo respiras hacia abajo? Mantén el labio superior sobre el labio inferior. Luego sopla aire hacia abajo, como si estuvieras tocando la flauta.